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Educación Emocional
¿Saben los niños si son felices? Estudio sobre Felicidad e Infancia
jueves, 30 de noviembre de 2017
El II estudio sobre Felicidad e Infancia de la juguetera española Imaginarium revela las causas de la felicidad de los niños españoles. Toma nota, porque este estudio también nos muestra la capacidad que tenemos los padres de contribuir a la felicidad de nuestros hijos. Sigue leyendo »
Las vacaciones bien y en familia
miércoles, 28 de junio de 2017
Pasar las vacaciones en familia no sólo no está reñido con disfrutar, sino que además influye muy positivamente en el desarrollo de todos los niños. HomeToGo, buscador de alojamientos vacacionales, ha elaborado un estudio que afirma que las vacaciones en familia influyen positivamente en seis aspectos del crecimiento de los niños. Sigue leyendo »
El ideal de mujer de una adolescente de los 90
miércoles, 8 de marzo de 2017
¿Te acuerdas de cuál era tu ideal de mujer? Seguramente no y muy probablemente si tuvieras una redacción sobre lo que pensabas te sorprenderías, o no. Leyendo lo que, con mis 14 años, escribí sobre mi ideal de mujer, se explica la situación en la que estamos las mujeres del siglo XXI. Sigue leyendo »
Gracias por luchar, sumar y ayudar
jueves, 20 de octubre de 2016
Como sabes, el 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Mama y estoy segura de que has podido ver la multitud de acciones que se han organizado para apoyar esa lucha. Yo por mi parte hoy quiero dar las gracias a todas esas personas valientes que hacen visible la enfermedad y que se avance en la lucha. No puedo hacerlo una por una, pero sí que puedo hacerlo en general a esas distintas formas de contribuir. Sigue leyendo »
"El Viaje de Arlo", el dinosaurio que tenía miedo
viernes, 27 de noviembre de 2015
En nuestra familia hemos tenido el privilegio de haber visto El viaje de Arlo (The Good Dinosaur). La película de Disney-Pixar en la que los dinosaurios no se han extinguido y, lejos de cumplir la imagen feroz que de ellos tenemos, sienten miedo. A continuación te cuento lo que nos ha parecido.
El viaje de Arlo muestra como un solo momento puede cambiarlo todo y crear un nuevo mundo de aventuras. Así surge un hipotético planeta en el que los animales más longevos y los humanos cohabitan la tierra y el instinto de supervivencia establece el orden natural. Además, en este supuesto planeta, son los dinosaurios los que hablan y los humanos quienes rugen y aúllan.
En este épico viaje al mundo de los dinosaurios, Arlo, un apatosaurio con un gran corazón, se hace amigo de un pequeño niño humano al que le da el apodo de Spot. Ambos iniciarán un viaje de supervivencia y auto-descubrimiento por paisajes increíbles. Arlo aprenderá a enfrentarse a sus miedos y descubrirá de lo que es capaz.
No esperes ver una reproducción fiel del mundo de los dinosaurios, pues en esta película son agricultores y construyen casas y hasta silos para el almacenaje de la comida del invierno, los dinosaurios hablan y las personas aúllan. Se da así, una personificación absoluta de los animales de la prehistoria y un anacronismo total. Aunque para mí el interés de este tipo de películas no es didáctico y son lógicas las licencias históricas en pos de un guión que trasmita otros valores.
Aquí te dejo el trailer oficial para que le eches un vistazo.
Así, en El Viaje de Arlo el miedo se deshace de esa connotación negativa que siempre ha tenido. Esta emoción pasa a ser asumida como un sentimiento natural fruto del instinto de supervivencia, algo inherente a todos los seres vivos. Me quedo con la frase: "si no tienes miedo es que no estás vivo".
Como antítesis de esa supervivencia, se trata el tema de la muerte y pérdida de los seres queridos, un tema del que nos resulta difícil hablar con los niños. Además, como muchas otras películas de Disney, El Viaje de Arlo ensalza el valor de la familia.
Lo peor para mí es que la historia desde el comienzo tiene un halo de tristeza que transcurre a lo largo de toda la película y que no se desvanece con el final feliz. En ese aspecto, los creadores han dejado que prevalezca esa visión un tanto dramática de la vida a la vez que realista.
Si vas al cine quédate hasta el final para escuchar la música. Si bien la película es un poco tristona, está canción está llena de energía y positividad, así que te dejará con muy buena sensación. En el siguiente videoclip la puedes escuchar al completo y ver imágenes de Manuel Carrasco intercaladas con secuencias de la película.
Ver una película todos juntos siempre es un buen plan, uno de los preferidos en mi familia ¿y en la tuya?
Argumento de El viaje de Arlo
¿Y si el asteroide que acabó con los dinosaurios hubiera pasado de largo? ¿quién habitaría la tierra?El viaje de Arlo muestra como un solo momento puede cambiarlo todo y crear un nuevo mundo de aventuras. Así surge un hipotético planeta en el que los animales más longevos y los humanos cohabitan la tierra y el instinto de supervivencia establece el orden natural. Además, en este supuesto planeta, son los dinosaurios los que hablan y los humanos quienes rugen y aúllan.
En este épico viaje al mundo de los dinosaurios, Arlo, un apatosaurio con un gran corazón, se hace amigo de un pequeño niño humano al que le da el apodo de Spot. Ambos iniciarán un viaje de supervivencia y auto-descubrimiento por paisajes increíbles. Arlo aprenderá a enfrentarse a sus miedos y descubrirá de lo que es capaz.
No esperes ver una reproducción fiel del mundo de los dinosaurios, pues en esta película son agricultores y construyen casas y hasta silos para el almacenaje de la comida del invierno, los dinosaurios hablan y las personas aúllan. Se da así, una personificación absoluta de los animales de la prehistoria y un anacronismo total. Aunque para mí el interés de este tipo de películas no es didáctico y son lógicas las licencias históricas en pos de un guión que trasmita otros valores.
Aquí te dejo el trailer oficial para que le eches un vistazo.
El mensaje de El viaje de Arlo
Los creadores de Del revés, (In side and out), pusieron el listón demasiado alto y difícilmente alcanzable. Sin embargo, El viaje de Arlo sigue la estela de Del Revés con la educación en inteligencia emocional, tratando la emoción del miedo, una de las tradicionalmente más denostadas.Así, en El Viaje de Arlo el miedo se deshace de esa connotación negativa que siempre ha tenido. Esta emoción pasa a ser asumida como un sentimiento natural fruto del instinto de supervivencia, algo inherente a todos los seres vivos. Me quedo con la frase: "si no tienes miedo es que no estás vivo".
Como antítesis de esa supervivencia, se trata el tema de la muerte y pérdida de los seres queridos, un tema del que nos resulta difícil hablar con los niños. Además, como muchas otras películas de Disney, El Viaje de Arlo ensalza el valor de la familia.
Lo peor para mí es que la historia desde el comienzo tiene un halo de tristeza que transcurre a lo largo de toda la película y que no se desvanece con el final feliz. En ese aspecto, los creadores han dejado que prevalezca esa visión un tanto dramática de la vida a la vez que realista.
Lo mejor de El viaje de Arlo
Esta película infantil es una obra visualmente impresionante de animación generada por ordenador en 3D. Lo mejor, el paisajismo. Creo que casi podríamos hablar de hiperrealismo en dibujos animados. Especialmente en escenas como los campos de maíz ondeando al viento y la trasparencia del agua con el brillo de los rayos de sol en su superficie o las imágenes del suelo de tierra y hojas. Todos esos escenarios son impresionantes y parecen casi grabaciones de lugares reales.La música de la película El viaje de Arlo
La canción con la voz inconfundible del músico Manuel Carrasco fue algo que nos sorprendió al aparecer los créditos del final y a mí personalmente me gustó muchísimo. Y es que Manuel Carrasco nos encanta.Si vas al cine quédate hasta el final para escuchar la música. Si bien la película es un poco tristona, está canción está llena de energía y positividad, así que te dejará con muy buena sensación. En el siguiente videoclip la puedes escuchar al completo y ver imágenes de Manuel Carrasco intercaladas con secuencias de la película.
Ver una película todos juntos siempre es un buen plan, uno de los preferidos en mi familia ¿y en la tuya?
Quiérete, cuídate y mírate como te miran los demás (Con Sorteos de Suavinex)
martes, 24 de noviembre de 2015
Hace unas semanas tuve la grandísima suerte de disfrutar de un planazo organizado por Suavinex. Unas cuantas madres blogueras fuimos muy muy felices por un buen rato disfrutando nuestro #MomentoSuavinex en un spa. Además recargamos las pilas y nos llevamos buena energía para mucho mucho tiempo.
Allí estábamos 14 blogueras. Lo mejor de estos eventos es poder reencontrarte un ratito con las compañeras y que siempre tienes la oportunidad de conocer a más personas interesantes como en esta ocasión me ocurrió con Sara. Además suelen ser "babyfriendly" y te puedes llevar a los niños. Sin ir más lejos, esta vez cuidaron de mi pequeña mientras yo me daba un respiro en el spa.
Me llevé algo que quiero compartir contigo para que tú también lo disfrutes. Atenta que luego te cuento. Los mejores regalos son los que no se compran con dinero (#PadredeFamilia, esto no aplica para ti :P).
De sobra es conocido lo que dicen las azafatas en los aviones antes de despegar, y es que en caso de despresurización de la cabina primero ponerse la mascarilla uno mismo y luego ya ayudar al de al lado. Pues esa máxima nos la tenemos que aplicar las madres también en nuestro día a día. Difícilmente vamos a poder cuidar de nadie si nosotras mismas no estamos bien. Así que madres del mundo ¡a cuidarse!
De esto nos estuvo hablando Marian, la Boticaria García, para eso es una farmacéutica con vasta experiencia acostumbrada a que todo tipo de pacientes, entre ellos "la madre primeriza", pasen por su botica. Si no la conoces, te recomiendo encarecidamente su blog, estoy segura de que te resolverá más de una duda de forma totalmente rigurosa, a la vez que comprensible y con un toque de humor ácido.
Como en Suavinex saben lo importante que es el cuidado tanto de la piel del bebé como la de la embarazada y la recién estrenada mamá, tienen una línea cosmética para bebés y mamás (Body Luxuries) con fórmulas sin parabenos, sin cafeína, sin petrolatum, sin lauryl sulfato sódico y sin colorantes artificiales. En el masaje pudimos disfrutar de la crema hidratante que se absorbe muy fácilmente y deja un aroma muy agradable. Así que ya sabes homenajéate con una cremita de estas y si tienes alguna amiga mamá reciente, obséquiale con un regalito para que se cuide ella.
Cuidarse y quererse entra dentro de mirarse tal y cómo nos ven los demás y no con la mirada crítica e inquisitiva con la que nos observamos nosotros mismos a veces. Tenemos que aprender a mirarnos con una mirada más benevolente, esa que nos permite apreciar nuestras virtudes, lo que nos suma, lo que hace que seamos mejores para nosotras mismas y para los que nos rodean y que si dejamos de verlo corre el riesgo de desaparecer.
Te cuento en qué consiste: Todas teníamos un bloque de tarjetas con los nombres de las compañeras. Había que escribir en cada tarjeta lo que nos inspiraba esa persona ya fuera por habernos visto más veces o por primera vez en esa ocasión. Era totalmente anónimo. Luego se recogieron las tarjetas y se agruparon por nombres y cada una recibimos el grupo de tarjetas con nuestro nombre y todo lo que inspirábamos a las demás.
La verdad es que leí mis tarjetas con sorpresa, nunca piensas que puedas transmitir tantas cosas. En su momento me daba pudor compartirlas, pero he pasado de reservármelas para mí a exhibirlas orgullosa de forma totalmente pornográfica. Muchísimas gracias a: Marian de Boticaria García, Belén de Mamá sin Complejos, Leticia de Esto no es como me lo contaron, Patricia de Trastadas de Mamá, Diana de Desaforando, Mónica de Desmadreando, Sara de Maternatal, Lucía Trabajo de Planeando ser Padres, Lucía de Lucía Patata fría, Mónica Diago de El Taller de las Cosas Bonitas, Teresa Lobo Arregui de La Casa Dónde Viví, Celia de Ahora soy Mamá y Silvia de Mi Dulce Tentación.
De ellas recibí que yo inspiro:
En casa las compartí con mi familia y tanto mi madre como el #PadredeFamilia, que saben de qué pie cojeo, coincidieron en que ellos elegirían la de "Espíritu trasnochador, nada puede fallar, organizada". Sin embargo mi hija Carmen no supo elegir entre las dos de "Supermami"y "Madraza" y a mí se me caía la baba.
De esa mañana me llevé un activo emocional importante y para ti también quiero esa energía tan positiva, así que cuando tengas ocasión ponlo en práctica y mírate en el espejo de los demás. En el cumpleaños de una amiga, una despedida de soltera o una baby shower, en fin, que cualquier ocasión es buena para poner en práctica esta dinámica.
¿Te animas a ver qué inspiras en los demás? Si lo pones en práctica, por favor, no dejes de contarme el resultado.
Y para que tú también tengas tu #MomentoSuavinex con tu bebé, Suavinex me ha ofrecido dos cestas de productos cosméticos para el Bebé (Body Luxuries) de Suavinex a elección en color azul o rosa para sortear.
Cada cesta contiene:
Una la puedes conseguir en el sorteo de la página de fans de No sin mis hijos en Facebook y la otra en el perfil de No sin mis hijos en Instagram. Busca una foto de la colección y sigue las instrucciones.
Allí estábamos 14 blogueras. Lo mejor de estos eventos es poder reencontrarte un ratito con las compañeras y que siempre tienes la oportunidad de conocer a más personas interesantes como en esta ocasión me ocurrió con Sara. Además suelen ser "babyfriendly" y te puedes llevar a los niños. Sin ir más lejos, esta vez cuidaron de mi pequeña mientras yo me daba un respiro en el spa.
Me llevé algo que quiero compartir contigo para que tú también lo disfrutes. Atenta que luego te cuento. Los mejores regalos son los que no se compran con dinero (#PadredeFamilia, esto no aplica para ti :P).
Quiérete, cuídate y mímate
Aquí va una máxima que toda madre sabe y es que cuando tienes a tu bebé todos los cuidados van para el peque. Pues bien, aunque ya se ha dicho hasta la saciedad, es fundamental que la madre también se cuide. Un caprichito del tipo que disfrutamos en nuestro #MomentoSuavinex de Spa y masaje por ejemplo, es totalmente recomendable por no decir necesario, aunque te lo tengas que montar en la bañera de tu casa.De sobra es conocido lo que dicen las azafatas en los aviones antes de despegar, y es que en caso de despresurización de la cabina primero ponerse la mascarilla uno mismo y luego ya ayudar al de al lado. Pues esa máxima nos la tenemos que aplicar las madres también en nuestro día a día. Difícilmente vamos a poder cuidar de nadie si nosotras mismas no estamos bien. Así que madres del mundo ¡a cuidarse!
De esto nos estuvo hablando Marian, la Boticaria García, para eso es una farmacéutica con vasta experiencia acostumbrada a que todo tipo de pacientes, entre ellos "la madre primeriza", pasen por su botica. Si no la conoces, te recomiendo encarecidamente su blog, estoy segura de que te resolverá más de una duda de forma totalmente rigurosa, a la vez que comprensible y con un toque de humor ácido.
Como en Suavinex saben lo importante que es el cuidado tanto de la piel del bebé como la de la embarazada y la recién estrenada mamá, tienen una línea cosmética para bebés y mamás (Body Luxuries) con fórmulas sin parabenos, sin cafeína, sin petrolatum, sin lauryl sulfato sódico y sin colorantes artificiales. En el masaje pudimos disfrutar de la crema hidratante que se absorbe muy fácilmente y deja un aroma muy agradable. Así que ya sabes homenajéate con una cremita de estas y si tienes alguna amiga mamá reciente, obséquiale con un regalito para que se cuide ella.
Cuidarse y quererse entra dentro de mirarse tal y cómo nos ven los demás y no con la mirada crítica e inquisitiva con la que nos observamos nosotros mismos a veces. Tenemos que aprender a mirarnos con una mirada más benevolente, esa que nos permite apreciar nuestras virtudes, lo que nos suma, lo que hace que seamos mejores para nosotras mismas y para los que nos rodean y que si dejamos de verlo corre el riesgo de desaparecer.
Mírate en el espejo que te ven los demás
Marian, no sólo nos instó a cuidarnos por nosotros sino que nos hizo ver que nuestra imagen proyecta e inspira a los que nos ven y lo hizo con una dinámica que fue el mejor regalo que yo me llevé de mi #MomentoSuavinex y que quiero que tú también te lleves.Te cuento en qué consiste: Todas teníamos un bloque de tarjetas con los nombres de las compañeras. Había que escribir en cada tarjeta lo que nos inspiraba esa persona ya fuera por habernos visto más veces o por primera vez en esa ocasión. Era totalmente anónimo. Luego se recogieron las tarjetas y se agruparon por nombres y cada una recibimos el grupo de tarjetas con nuestro nombre y todo lo que inspirábamos a las demás.
La verdad es que leí mis tarjetas con sorpresa, nunca piensas que puedas transmitir tantas cosas. En su momento me daba pudor compartirlas, pero he pasado de reservármelas para mí a exhibirlas orgullosa de forma totalmente pornográfica. Muchísimas gracias a: Marian de Boticaria García, Belén de Mamá sin Complejos, Leticia de Esto no es como me lo contaron, Patricia de Trastadas de Mamá, Diana de Desaforando, Mónica de Desmadreando, Sara de Maternatal, Lucía Trabajo de Planeando ser Padres, Lucía de Lucía Patata fría, Mónica Diago de El Taller de las Cosas Bonitas, Teresa Lobo Arregui de La Casa Dónde Viví, Celia de Ahora soy Mamá y Silvia de Mi Dulce Tentación.
Foto cortesía de la fotógrafa Lucía Patata Fría que captó momentos espontáneos del evento
De ellas recibí que yo inspiro:
- Cercanía: Tanto si me conocía ya como si no, es agradable saber que para alguien resultas cercano.
- Confianza: Del mismo modo la confianza es algo que yo valoro cuando conozco a alguien por primera vez, así que inspirarla yo misma es algo que me alegra profundamente.
- Alegre, tranquila: Lo de la alegría pongo todo de mi parte, pues hay que disfrutar de la vida que las penas vienen solas. En cuanto a lo de tranquila es todo postureo y fachada, aunque no forzada. Sé que inspiro tranquilidad, al menos me lo dicen mucho, pero lo cierto es que aunque no sea una histérica ni una loca de la vida, tranquila, lo que se dice tranquila, tampoco soy, aunque la maternidad me obliga a esforzarme en ese aspecto.
- Simpática, buena compañera: Que una colega te diga que eres buena compañera, creo que es una de las mejores cosas que se pueden decir a alguien.
- Me encanta la idea que transmite su blog, hijos importantes: Aquí un comentario de alguien que está claro comparte mi visión de la maternidad.
- Ideas, un vestido de novia y una niña pequeña, Disfrutar de la vida: Efectivamente me gusta disfrutar de la vida y está claro que quien me lo ha puesto lee mi blog o al menos ha leído mi artículo más polémico :P
- Soñadora, creativa: La verdad que sí que me gusta mucho soñar y además es gratis, las mejores cosas de esta vida son gratis. También intento siempre sacar mi lado más creativo y el de los que me rodean también. Si hay algo gratificante, es la creatividad.
- Trabajo duro, ternura: Genial que alguien aprecie tu trabajo y mira la conjunción de las palabras duro y ternura que parecen opuestas y alguien las ha hecho concordar en mí.
- Espíritu trasnochador, nada puede fallar, organizada: Esta no tengo ni idea de quien es pero está claro que me ha calado y me conoce muy bien.
- Bebé: En los momentos que vivo actualmente con mi hija de poco más de tres meses y siendo la única que asistió al evento con un bebé, está claro que la palabra me va que ni pintada.
- Una mamá numerosa: Pues efectivamente esta es una condecoración de la que disfruto desde hace poco.
- Supermami: En fin, que otra madre te califique de "supermami" ya es lo más.
- Madraza: Está es una palabra que una no dice de sí misma, pero mi hija Carmen me ha confesado que ella sí me ve así.
En casa las compartí con mi familia y tanto mi madre como el #PadredeFamilia, que saben de qué pie cojeo, coincidieron en que ellos elegirían la de "Espíritu trasnochador, nada puede fallar, organizada". Sin embargo mi hija Carmen no supo elegir entre las dos de "Supermami"y "Madraza" y a mí se me caía la baba.
De esa mañana me llevé un activo emocional importante y para ti también quiero esa energía tan positiva, así que cuando tengas ocasión ponlo en práctica y mírate en el espejo de los demás. En el cumpleaños de una amiga, una despedida de soltera o una baby shower, en fin, que cualquier ocasión es buena para poner en práctica esta dinámica.
¿Te animas a ver qué inspiras en los demás? Si lo pones en práctica, por favor, no dejes de contarme el resultado.
Y para que tú también tengas tu #MomentoSuavinex con tu bebé, Suavinex me ha ofrecido dos cestas de productos cosméticos para el Bebé (Body Luxuries) de Suavinex a elección en color azul o rosa para sortear.
Cada cesta contiene:
- 1 loción hidratante de 400 ml.
- 1 Crema del pañal Suavinex de 75 ml.
- 1 Baby Cologne de 100 ml.
- 1 paquete de toallitas Suavinex de 72 unidades.
Una la puedes conseguir en el sorteo de la página de fans de No sin mis hijos en Facebook y la otra en el perfil de No sin mis hijos en Instagram. Busca una foto de la colección y sigue las instrucciones.
¡Suerte!
Del revés (Inside out), una película cargada de emociones
viernes, 17 de julio de 2015
Recientemente he podido disfrutar del preestreno de la nueva película de Disney-Pixar "Del revés (Inside out)". La cinta narra las aventuras de una niña de 11 años, Ridley, que se muda con su familia a San Francisco, una nueva ciudad con nuevo colegio y amigos. Cambios que le hacen subir y bajar en la montaña rusa de las emociones, las grandes protagonistas de la película.
Sin duda una vía perfecta para normalizar la muestra de sentimientos, en muchas ocasiones reprimidos socialmente, para que dejen de ser tabú. Y es que la película es un fiel reflejo de lo que experimentamos en la vida real. No en vano, la idea surge cuando el director de la película, Peter Docter, creador de otras películas como Up o Monstruos S.A., comenzó a notar cambios en la personalidad de su hija mientras ella crecía.
Esas cinco emociones son las personificadas y no más, porque se consideran las cinco emociones más básicas y puras de las que experimenta el ser humano. De las diferentes intensidades y combinaciones de esas cinco, pueden surgir muchísimas más. Además, se ha estudiado que la presencia de estas cinco confluye en distintas culturas.
Si bien mi hijo Bruno de cuatro años no captó el complejo mensaje de la película, de algún modo es una vía perfecta para que empiecen a identificar sus propios estados de ánimo como el enfado. De hecho, después de ver la película tuvo el típico momento habitual en niños de su edad en el que se ofuscó, no recuerdo ni siquiera la razón, y empezamos a hacer bromas diciéndole que le salía fuego por la cabeza, tal y como le ocurre al personaje de Ira.
Para mi hija Carmen de 9 años, fue una delicia de película que le ofreció la oportunidad de empatizar totalmente con Ridley y sus emociones, tanto que no pudo evitar que se le escaparan unas lágrimas durante la proyección, algo sanísimo por otra parte. Hasta el Padredefamilia, que tenía muchísimo sueño ese día y por lo tanto era candidato perfecto a echarse una siestecita durante la película, no sólo logró milagrosamente mantener la atención total durante todo el tiempo sino que tampoco pudo evitar emocionarse.
En realidad yo no tengo tanto poder, vete tú a saber que es lo que su memoria guardará para el recuerdo, pero lo intento. Intento llenar la infancia de mis hijos de experiencias positivas en familia. Son lo que yo llamo activos emocionales que rentan para toda la vida, así que creo que la inversión bien merece la pena.
Como ves una película, que manteniendo el encanto, la diversión y la genialidad de la que se caracteriza Pixar, da para reflexionar y mucho. Es seguro que con ella generarás un debate familiar muy enriquecedor. Cada uno puede elegir su personaje favorito, yo aún no me puedo decidir exclusivamente por uno, todos tienen su encanto.
Y tú ¿Hablas de emociones con tus hijos? Si aún no has tocado esos temas, esta película es una buenísima excusa para empezar a hacerlo.
La educación en inteligencia emocional llega al cine con "Del revés (Inside out)"
Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira son los cinco personajes principales de esta película. Por primera vez, en una película infantil, se hablan de otras emociones que no sean exclusivamente la alegría. Las proscritas tristeza e ira cobran un papel en el que muestran su utilidad, su importancia y la absoluta necesidad de su presencia.Sin duda una vía perfecta para normalizar la muestra de sentimientos, en muchas ocasiones reprimidos socialmente, para que dejen de ser tabú. Y es que la película es un fiel reflejo de lo que experimentamos en la vida real. No en vano, la idea surge cuando el director de la película, Peter Docter, creador de otras películas como Up o Monstruos S.A., comenzó a notar cambios en la personalidad de su hija mientras ella crecía.
Esas cinco emociones son las personificadas y no más, porque se consideran las cinco emociones más básicas y puras de las que experimenta el ser humano. De las diferentes intensidades y combinaciones de esas cinco, pueden surgir muchísimas más. Además, se ha estudiado que la presencia de estas cinco confluye en distintas culturas.
"Del revés (Inside out)", película para ver la familia al completo
La película la hemos visto en familia y francamente creo que así se debe ver esta película para sacarle todo el provecho que tiene. Así que si lo que quieres es disponer de tiempo para ti mientras tu peque va al cine con compañeros del colegio, con amigos o con los primos, que elijan otra película. Esta se merece la asistencia del núcleo familiar al completo pues hará las delicias de mayores y pequeños que luego podrán intercambiar impresiones y distintos puntos de vista.Si bien mi hijo Bruno de cuatro años no captó el complejo mensaje de la película, de algún modo es una vía perfecta para que empiecen a identificar sus propios estados de ánimo como el enfado. De hecho, después de ver la película tuvo el típico momento habitual en niños de su edad en el que se ofuscó, no recuerdo ni siquiera la razón, y empezamos a hacer bromas diciéndole que le salía fuego por la cabeza, tal y como le ocurre al personaje de Ira.
Para mi hija Carmen de 9 años, fue una delicia de película que le ofreció la oportunidad de empatizar totalmente con Ridley y sus emociones, tanto que no pudo evitar que se le escaparan unas lágrimas durante la proyección, algo sanísimo por otra parte. Hasta el Padredefamilia, que tenía muchísimo sueño ese día y por lo tanto era candidato perfecto a echarse una siestecita durante la película, no sólo logró milagrosamente mantener la atención total durante todo el tiempo sino que tampoco pudo evitar emocionarse.
Los activos emocionales de la infancia
Por mi parte, una de las cosas que más me gustó de la película era como hablaban de los "recuerdos esenciales", lo que vienen a ser vivencias de la infancia que conservas para toda tu vida. Para mí son esos momentos que yo intento que queden para siempre en el recuerdo de mis hijos.En realidad yo no tengo tanto poder, vete tú a saber que es lo que su memoria guardará para el recuerdo, pero lo intento. Intento llenar la infancia de mis hijos de experiencias positivas en familia. Son lo que yo llamo activos emocionales que rentan para toda la vida, así que creo que la inversión bien merece la pena.
Como ves una película, que manteniendo el encanto, la diversión y la genialidad de la que se caracteriza Pixar, da para reflexionar y mucho. Es seguro que con ella generarás un debate familiar muy enriquecedor. Cada uno puede elegir su personaje favorito, yo aún no me puedo decidir exclusivamente por uno, todos tienen su encanto.
Y tú ¿Hablas de emociones con tus hijos? Si aún no has tocado esos temas, esta película es una buenísima excusa para empezar a hacerlo.
Ocho claves para explicar la muerte a los niños
martes, 13 de enero de 2015
Hace tiempo que escribí el artículo de Cómo hablar de la muerte con niños. En el mismo incluía las ocho claves para explicar la muerte a los niños que yo extraje de la experiencia personal en nuestra familia. Creo que quedó demasiado extenso y que podía ser interesante dividirlo en capítulos, así que he pensado dedicar un artículo exclusivo a esos ocho puntos para explicar la muerte a los niños y para reflexionar los no tan niños ;)
La muerte es parte de nuestra vida y está a nuestro alrededor constantemente en todos los acontecimientos del entorno más próximo y el no tan próximo como las muertes que vemos a diario en informativos por ejemplo, así que es importante que aprendamos a hablar con sinceridad con nuestros hijos.
La muerte es parte de nuestra vida y está a nuestro alrededor constantemente en todos los acontecimientos del entorno más próximo y el no tan próximo como las muertes que vemos a diario en informativos por ejemplo, así que es importante que aprendamos a hablar con sinceridad con nuestros hijos.
Ocho claves para explicar la muerte a los niños
- Lo más importante es la sinceridad y contestar con honestidad a todas sus preguntas para satisfacer su natural curiosidad. Si le decimos que el vecino al que veía todos los días se ha ido de viaje, se ha mudado o está en el hospital de forma indefinida, al final es inevitable que se entere de la verdad o que simplemente note que estamos mintiendo. De esta forma no sólo no estaremos dando respuesta a sus preguntas sino que además le damos el mensaje de que la información veraz la tiene que buscar fuera de nosotros, así que será un perjuicio en la buena comunicación a largo plazo.
Cuando le dijimos a nuestra hija Carmen que su abuelo había fallecido, después del primer momento de llanto, comenzó a preguntar cómo había sido todo, si había sido enterrado o incinerado, que cómo se incineraba a las personas y todo lo que se le pasó por la cabeza. Por suerte ella estaba de vacaciones con los otros abuelos cuando ocurrió todo y pudimos prepararnos para ese momento. - Aclararles exactamente en qué consiste la muerte biológicamente. No respiramos, el corazón deja de latir y se para y todos los órganos del cuerpo dejan de funcionar. Carmen esto lo entendía perfectamente y muy bien.
- Explicarles que la muerte es universal, que todos nos vamos a morir, aunque es excepcional cuando ocurre en personas jóvenes. Esto es algo que ellos ya han podido observar a lo mejor en animales como insectos por ejemplo.
- Deben comprender que la muerte es irreversible y que no hay vuelta atrás. A veces en los dibujos los personajes mueren y resucitan, o cuando ellos juegan, pero eso es parte del mundo de la fantasía y si queremos que asimilen la realidad de la muerte tienen que entender que es definitiva.
- No utilizar frases hechas o metáforas que sólo son eufemismos y no sirven más que para confundirlos. La metáfora del viaje puede hacer que se queden esperando que el ser querido vuelva, que se pregunten si va a venir a su cumpleaños, etc. Otras explicaciones habituales, como "el abuelo se ha quedado dormido", puede hacer que cojan miedo a quedarse dormidos ellos. O la de "nos está viendo desde el cielo" puede asustarles al creerse sometidos a una vigilancia. Es muy fácil caer en frases de este tipo, así que conviene pensar muy bien lo que les decimos.
- Tienen que saber que no es malo mostrar lo que sienten y es normal que estén tristes. Puede que manifiesten su tristeza en forma de rabia o enfados, por eso es importante tener paciencia, hablar con ellos, decirles que les comprendemos y que los adultos también nos sentimos mal. Si nos escondemos a llorar, pensarán que es algo malo que hay que ocultar y harán lo mismo.
Carmen se puso a llorar cuando se lo dijimos y su reacción fue normal y totalmente acorde a la situación que estaba viviendo. Aunque se nos rompía el alma al verla llorar, sabíamos que había que respetarla porque tenía todo el derecho a ponerse triste y lo único que hicimos fue decirle que la entendíamos, que era normal que se pusiera triste y la abrazamos. También ha tenido momentos de irritabilidad y enfado que yo asocio a lo ocurrido, pero ya ha pasado.
Aún cuando los días del suceso ya quedaron atrás, hay que tener claro y presente que la familia tiene un tiempo de vivencia del duelo que no consiste en vestirse de negro ni nada parecido. En este periodo hay que darse un respiro, ser benevolentes y comprensivos con nosotros mismos y saber que es normal cómo nos sentimos, a veces incluso raros, pero que todo pasará. - Ofrecerles la oportunidad de participar y despedirse y no mantenerles al margen. Los niños también tienen derecho a tener su momento o ritual de despedida. Queremos protegerles tanto y nos resulta tan insoportable el sufrimiento de nuestros hijos que les queremos evitar todo. Así pues les excluimos de algo que hay que vivir en familia y unidos y no les permitimos que se pongan tristes. Les mostramos que la tristeza es exclusiva de los mayores y que los niños tienen que estar siempre felices y contentos.
Si consideramos que no es adecuado que asistan al cementerio o tanatorio pueden hacer otras muchas cosas en casa como encender una vela, hacer un dibujo, escribir una carta, o lo que se nos ocurra. Como Carmen no estaba con nosotros cuando ocurrió todo, no hubo la opción de decidir si iría al tanatorio o no, algunos de sus primos sí que fueron. Sin embargo aún estaba pendiente el ir a recoger las cenizas, así que le preguntamos si quería ir y en seguida dijo que sí. Fue su oportunidad para tener su momento de despedida y de hacer tangible algo que es tan abstracto cuando sólo te lo cuentan. - Hablar de la persona querida es algo que les reconforta mucho. Acordarse de las cosas buenas y bonitas en momentos de tristeza puede servir como desahogo. Tiempo después Carmen tenía la necesidad de contarlo a las personas conocidas, muchas de ellas ya lo sabían. Era capaz de verbalizar que se había sentido muy triste cuando nosotros se lo dijimos y que el hecho de acordarse hacía que se emocionara. En esos momentos yo le permitía que expresara lo que sentía y le decía que era normal y empezaba a hablar de anécdotas de su abuelo y eso le gustaba. También ver fotos juntos del ser querido puede ayudar mucho.
Escucha y aprende
domingo, 16 de noviembre de 2014
La doble lectura de la frase "Escucha y aprende". Durante años de mi vida, diría que incluso hoy en día, he oído la frase "escucha y aprende" para instarme a callar y acatar todo lo que me tenían que decir "mis mayores". Sin embargo, afortunadamente, hace tiempo que empecé a encontrarle otro sentido muchísimo más constructivo.
"Escucha y aprende" es una frase que representa la actitud de escucha con nuestros hijos. Tendemos a avasallarles con nuestros criterios de lo correcto y lo incorrecto, sin pararnos a ver qué opinan, qué les preocupa, qué les interesa, etc. Si aplicáramos ese ejercicio de escucha a la inversa, aprenderíamos la mejor manera de ayudar a nuestros hijos, nos situaríamos en sintonía con ellos.
No es fácil, ponerse en esa situación de escucha, implica inhibirnos a nosotros mismos, mientras que resulta más fácil imponer la inhibición del otro, en este caso de los hijos, que indefensos acatarán nuestras normas. Hace tiempo hablé de cómo conversar sin interrupciones. En ese artículo mencionaba que es importante enseñar a nuestros hijos a esperar y respetar el turno, pero la mayor parte de las veces se nos olvida que debemos hacer lo mismo con ellos: respetarlos, no interrumpirlos y escucharlos.
En el colegio se premia al alumno silencioso
Esta actitud de mandar al otro escuchar y aprender la venimos interiorizando desde la infancia, especialmente en el colegio. Las clásicas aulas con los pupitres en línea dirigidos a escuchar al profesor que parece "predicar" desde su "púlpito" se siguen manteniendo. En lugar de clases que fomenten la conversación, el diálogo, el trabajo en equipo, la experimentación y el aprendizaje a través de las propias conclusiones.
La participación y el propio pensamiento está penalizado. Si un alumno comparte una reflexión personal que es errónea o que no va en sintonía con las creencias del profesor, este le corregirá y le dirá que no está bien. Con eso lo único que se consigue es que el alumno no quiera volver a participar ni equivocarse en lugar de que aprenda del error si es que ha incurrido en él. Una buena alternativa sería preguntar al alumno el porqué de sus razonamientos, así se aprenderá del alumno si ha acertado o bien el propio alumno podrá reflexionar por qué su planteamiento es erróneo en el caso de que lo sea.
Con este tipo de educación no se enseña a los niños a que piensen, sino a que tomen lo que les dicen por bueno. Se atrofia la capacidad de pensar por sí mismos. El modelo en el que los alumnos no pueden hablar entre ellos y sólo habla el profesor ya no es operativo. Además está demostrado que la educación basada en la memoria no funciona, el 90% de lo que se aprende con ese método se olvida.
Enseñar a pensar más y mejor
Además Swartz explicó que los niños piensan de manera natural como respirar, así que no parece necesario enseñarles a hacerlo. Sin embargo, la sociedad actual, envuelta en estímulos, como la publicidad, específicamente diseñada para hacernos dejar de pensar, lo hace totalmente necesario. También dijo que lo más importante que les podemos enseñar es a diferenciar si la información que encuentran es fiable y precisa o no.
"Escucha y aprende" es una frase que representa la actitud de escucha con nuestros hijos. Tendemos a avasallarles con nuestros criterios de lo correcto y lo incorrecto, sin pararnos a ver qué opinan, qué les preocupa, qué les interesa, etc. Si aplicáramos ese ejercicio de escucha a la inversa, aprenderíamos la mejor manera de ayudar a nuestros hijos, nos situaríamos en sintonía con ellos.
El modelo educativo en el que sólo el profesor habla y los alumnos escuchan |
No es fácil, ponerse en esa situación de escucha, implica inhibirnos a nosotros mismos, mientras que resulta más fácil imponer la inhibición del otro, en este caso de los hijos, que indefensos acatarán nuestras normas. Hace tiempo hablé de cómo conversar sin interrupciones. En ese artículo mencionaba que es importante enseñar a nuestros hijos a esperar y respetar el turno, pero la mayor parte de las veces se nos olvida que debemos hacer lo mismo con ellos: respetarlos, no interrumpirlos y escucharlos.
En el colegio se premia al alumno silencioso
Esta actitud de mandar al otro escuchar y aprender la venimos interiorizando desde la infancia, especialmente en el colegio. Las clásicas aulas con los pupitres en línea dirigidos a escuchar al profesor que parece "predicar" desde su "púlpito" se siguen manteniendo. En lugar de clases que fomenten la conversación, el diálogo, el trabajo en equipo, la experimentación y el aprendizaje a través de las propias conclusiones.
Clásica aula dispuesta para que los alumnos escuchen al profesor y no hablen entre ellos |
La participación y el propio pensamiento está penalizado. Si un alumno comparte una reflexión personal que es errónea o que no va en sintonía con las creencias del profesor, este le corregirá y le dirá que no está bien. Con eso lo único que se consigue es que el alumno no quiera volver a participar ni equivocarse en lugar de que aprenda del error si es que ha incurrido en él. Una buena alternativa sería preguntar al alumno el porqué de sus razonamientos, así se aprenderá del alumno si ha acertado o bien el propio alumno podrá reflexionar por qué su planteamiento es erróneo en el caso de que lo sea.
Con este tipo de educación no se enseña a los niños a que piensen, sino a que tomen lo que les dicen por bueno. Se atrofia la capacidad de pensar por sí mismos. El modelo en el que los alumnos no pueden hablar entre ellos y sólo habla el profesor ya no es operativo. Además está demostrado que la educación basada en la memoria no funciona, el 90% de lo que se aprende con ese método se olvida.
Enseñar a pensar más y mejor
Todo esto no lo digo yo, lo dice el Profesor Robert Swartz, Doctor en Filosofía por la Universidad de Harvard y director del National Center for Teaching Thinking de Boston, que visitó Madrid recientemente y ofreció una conferencia con el título “Pensamiento crítico y creativo desde la escuela”, para pedagogos y educadores en el Colegio Brains de Madrid.
Robert Swartz, al finalizar su conferencia en el Colegio Brains de Madrid |
Además Swartz explicó que los niños piensan de manera natural como respirar, así que no parece necesario enseñarles a hacerlo. Sin embargo, la sociedad actual, envuelta en estímulos, como la publicidad, específicamente diseñada para hacernos dejar de pensar, lo hace totalmente necesario. También dijo que lo más importante que les podemos enseñar es a diferenciar si la información que encuentran es fiable y precisa o no.
Además, después de su conferencia tuve el placer de hacer una entrevista a Robert Swartz para la Fundación Melior que te recomiendo que leas sí o sí. Le pregunté temas polémicos como los deberes o la imposición que sufren los niños de tener que copiar los enunciados de los ejercicios, para obtener por respuesta lo que yo ya pienso, pero dicho por un referente mundial y pionero en la inclusión del pensamiento crítico y creativo en las aulas. También me dio alguna pauta para desde casa trabajar ese pensamiento crítico y de toma de decisiones.
Y tú ¿También fuiste educado en un modelo educativo que te mandaba callar y escuchar? ¿Cómo te gustaría que aprendiera tu hijo?
Situaciones "Consejos vendo y para mí no tengo"
jueves, 17 de julio de 2014
"Consejos vendo y para mí no tengo" o lo contrario de "predicar con el ejemplo". Yo soy muy refranera, aunque aún no había llegado a sacar ningún refrán en el blog, al menos que recuerde de forma consciente.
"Consejos vendo y para mí no tengo" se lo pueden aplicar tanto madres y padres como todo adulto encargado de educar a un niño. Y es que ¿quien no le dice a los niños que se laven los dientes y luego pasa de hacer lo propio después de merendar? o que se laven las manos antes de sentarse a la mesa, o que no se dicen palabrotas y sobre todo, que no se pica entre horas... en fin. Yo intento ser honesta, pero aún así no me salvo y es que los instintos me traicionan.
Este tipo de situaciones paradójicas son exactamente las que representa de forma muy divertida el spot de la marca Casa Tarradellas, en el que todos “los mayores” pican entre horas ¡¡¡y a escondidas!!! y es que, al igual que los niños, a veces tampoco podemos resistirnos a nuestros instintos.
En mi caso el refrán "consejos vendo y para mí no tengo" creo que podría ser a la hora de soltar algún que otro "taco", de hecho mi hija Carmen es la que me controla con el tema y parece hasta que tiene un detector, pues los caza aunque la conversación no vaya con ella y es que a veces se me olvida que están delante cuando hablo.
¿Y tú? ¿cuál es tu situación "consejos vendo y para mí no tengo"?
"Consejos vendo y para mí no tengo" se lo pueden aplicar tanto madres y padres como todo adulto encargado de educar a un niño. Y es que ¿quien no le dice a los niños que se laven los dientes y luego pasa de hacer lo propio después de merendar? o que se laven las manos antes de sentarse a la mesa, o que no se dicen palabrotas y sobre todo, que no se pica entre horas... en fin. Yo intento ser honesta, pero aún así no me salvo y es que los instintos me traicionan.
Este tipo de situaciones paradójicas son exactamente las que representa de forma muy divertida el spot de la marca Casa Tarradellas, en el que todos “los mayores” pican entre horas ¡¡¡y a escondidas!!! y es que, al igual que los niños, a veces tampoco podemos resistirnos a nuestros instintos.
En mi caso el refrán "consejos vendo y para mí no tengo" creo que podría ser a la hora de soltar algún que otro "taco", de hecho mi hija Carmen es la que me controla con el tema y parece hasta que tiene un detector, pues los caza aunque la conversación no vaya con ella y es que a veces se me olvida que están delante cuando hablo.
¿Y tú? ¿cuál es tu situación "consejos vendo y para mí no tengo"?
Cómo no jugar con la ilusión de los niños
lunes, 7 de julio de 2014
He aprendido a no adelantar planazos o premios a mis hijos si no tengo la seguridad al 99,9% de que va a cumplirse.
También intento no dar falsas expectativas con la callada por respuesta a la típica pregunta de: «¿Luego vamos al parque? Marta va al parque», pues como se suele decir, el que calla otorga. Si, por miedo a decir que no por la presión social, no damos la negativa o advertimos de que es poco factible, lo más probable es que nuestros hijos lo entiendan como una respuesta afirmativa y se creen ilusiones. Así que cuando inevitablemente les tenemos que decir que no, montan el pollo universal. Normal, no sólo por no haberle dicho un no a tiempo que pudiera ir asimilando, sino porque encima, sin quererlo, le hemos hecho creer que sí.
El miedo a decir que no
A veces caemos en el error de callar para no decir que no y hacemos creer que sí. Porque no nos gusta decir que no y "fastidiarles", y adoptamos una comunicación poco clara. Pero es que si no se puede, no se puede.
Yo me rijo por hablar con claridad y pienso qué tipo de respuesta me gustaría que me dieran a mí si estuviera en su lugar y creo que sería que me hablaran claro clarinete. Pero el que no me digan que no, haciéndome creer que sí para al final ser que no, pues la sensación que me crea que me están tomando el pelo o, como dice mi amiga Blanqui, potreando, y eso cabrea -y mucho- y a nuestros hijos también. A los adultos nos gusta que nos hablen claro y a los niños también.
Dónde dije digo, digo Diego
Si bien es muy tentador prometer que en vacaciones vamos a ir todos los días al parque y experimentar la gratitud plena de nuestros vástagos y euforia ante una promesa que ellos viven como una realidad, esa euforia se puede convertir rápidamente en un gran reproche si te atreves a truncar sus expectativas.
Perderás toda la popularidad de la que pudieras gozar, teniendo en cuenta que eres su progenitor, y pasarás a ser el número uno de su lista de “los más odiados" y #Nosin razón, además de perder toda la credibilidad para futuras ocasiones, pues de alguna manera les estamos fallando.
Eso por no hablar de la cantidad de veces que los hijos preguntan en el momento menos oportuno o con una insistencia abrumadora y sólo por no oírles, se les dice que sí y luego... Pues eso, Dónde dije digo, digo Diego. Yo, en esas ocasiones, si no quiero dar una negativa inmediata y escueta, digo: luego lo hablamos y te explico. Eso ya mi hija lo va entendiendo como una negativa o una pseudo negativa porque cuando mi respuesta es de ese tipo es que tiene matices. Puede que lo que pida no sea factible cuando lo pide o como lo pide, pero sí mañana o lo que corresponda a la ocasión y por eso necesitamos hablarlo.
En general, yo intento cumplir todas mis promesas siempre y cuando no haya una causa de fuerza mayor que lo impida. Así que aunque me de una pereza enorme ir a comprar un helado porque lo que de verdad me apetece es irnos ya a casa, si lo he prometido, lo tengo que cumplir. Y si no quería ir, lo tenía que haber pensado antes de decirlo.
Cómo hacer para no tragarte tus propias palabras
Muchas veces, cuando no se está segura de ofrecer cierta prebenda, lo mejor es consensuar, así que en clave intento preguntar al Padredefamilia si le parece buena idea. Así no corro el riesgo de proponer algo que no se lleve a cabo porque haya alguna otra razón que yo desconozca que lo impida y entre dos siempre es más fácil tomar las decisiones.
En cualquier caso, si adelanto hacer algo que no estoy segura de que se vaya a cumplir, por la razón que sea, lo planteo como una probabilidad o posibilidad, no como algo seguro que va a ocurrir. Así mis hijos, sobre todo mi hija Carmen pues mi hijo Bruno aún es muy pequeño para razonar estas cosas, pueden disfrutar la idea de la probabilidad de que algo que les gusta y les hace ilusión se vaya a cumplir, tal y como nos ocurre a los mayores con las cosas que deseamos. Sin embargo, también me aseguro que puedan asimilar mejor la frustración de que no se cumpla, pues ya lo habremos hablado antes y aunque igualmente les fastidiará, no se generará una emoción de profundo reproche por promesas incumplidas y podrán aceptar mejor esas realidad.
De todos modos, hay que respetar su sentimiento totalmente legítimo de desilusión, una emoción ajustada al hecho y la realidad de que algo que deseamos no se cumple. Les podemos mostrar cómo sentimos que eso que desean no se cumpla, pero que no podemos hacer nada al respecto, salvo buscar ideas alternativas para que se sientan mejor al respecto (ojo, no sobornar). Así, además de empatizar con ellos, fomentamos el pensamiento lateral de búsqueda de alternativas. Cuando estemos en situaciones parecidas ellos también podrán entender que determinadas cosas nos frustren.
Una comunicación clara tiene muchas ventajas
También intento no dar falsas expectativas con la callada por respuesta a la típica pregunta de: «¿Luego vamos al parque? Marta va al parque», pues como se suele decir, el que calla otorga. Si, por miedo a decir que no por la presión social, no damos la negativa o advertimos de que es poco factible, lo más probable es que nuestros hijos lo entiendan como una respuesta afirmativa y se creen ilusiones. Así que cuando inevitablemente les tenemos que decir que no, montan el pollo universal. Normal, no sólo por no haberle dicho un no a tiempo que pudiera ir asimilando, sino porque encima, sin quererlo, le hemos hecho creer que sí.
El miedo a decir que no
A veces caemos en el error de callar para no decir que no y hacemos creer que sí. Porque no nos gusta decir que no y "fastidiarles", y adoptamos una comunicación poco clara. Pero es que si no se puede, no se puede.
Yo me rijo por hablar con claridad y pienso qué tipo de respuesta me gustaría que me dieran a mí si estuviera en su lugar y creo que sería que me hablaran claro clarinete. Pero el que no me digan que no, haciéndome creer que sí para al final ser que no, pues la sensación que me crea que me están tomando el pelo o, como dice mi amiga Blanqui, potreando, y eso cabrea -y mucho- y a nuestros hijos también. A los adultos nos gusta que nos hablen claro y a los niños también.
Dónde dije digo, digo Diego
Si bien es muy tentador prometer que en vacaciones vamos a ir todos los días al parque y experimentar la gratitud plena de nuestros vástagos y euforia ante una promesa que ellos viven como una realidad, esa euforia se puede convertir rápidamente en un gran reproche si te atreves a truncar sus expectativas.
Perderás toda la popularidad de la que pudieras gozar, teniendo en cuenta que eres su progenitor, y pasarás a ser el número uno de su lista de “los más odiados" y #Nosin razón, además de perder toda la credibilidad para futuras ocasiones, pues de alguna manera les estamos fallando.
Eso por no hablar de la cantidad de veces que los hijos preguntan en el momento menos oportuno o con una insistencia abrumadora y sólo por no oírles, se les dice que sí y luego... Pues eso, Dónde dije digo, digo Diego. Yo, en esas ocasiones, si no quiero dar una negativa inmediata y escueta, digo: luego lo hablamos y te explico. Eso ya mi hija lo va entendiendo como una negativa o una pseudo negativa porque cuando mi respuesta es de ese tipo es que tiene matices. Puede que lo que pida no sea factible cuando lo pide o como lo pide, pero sí mañana o lo que corresponda a la ocasión y por eso necesitamos hablarlo.
En general, yo intento cumplir todas mis promesas siempre y cuando no haya una causa de fuerza mayor que lo impida. Así que aunque me de una pereza enorme ir a comprar un helado porque lo que de verdad me apetece es irnos ya a casa, si lo he prometido, lo tengo que cumplir. Y si no quería ir, lo tenía que haber pensado antes de decirlo.
Cómo hacer para no tragarte tus propias palabras
Muchas veces, cuando no se está segura de ofrecer cierta prebenda, lo mejor es consensuar, así que en clave intento preguntar al Padredefamilia si le parece buena idea. Así no corro el riesgo de proponer algo que no se lleve a cabo porque haya alguna otra razón que yo desconozca que lo impida y entre dos siempre es más fácil tomar las decisiones.
En cualquier caso, si adelanto hacer algo que no estoy segura de que se vaya a cumplir, por la razón que sea, lo planteo como una probabilidad o posibilidad, no como algo seguro que va a ocurrir. Así mis hijos, sobre todo mi hija Carmen pues mi hijo Bruno aún es muy pequeño para razonar estas cosas, pueden disfrutar la idea de la probabilidad de que algo que les gusta y les hace ilusión se vaya a cumplir, tal y como nos ocurre a los mayores con las cosas que deseamos. Sin embargo, también me aseguro que puedan asimilar mejor la frustración de que no se cumpla, pues ya lo habremos hablado antes y aunque igualmente les fastidiará, no se generará una emoción de profundo reproche por promesas incumplidas y podrán aceptar mejor esas realidad.
De todos modos, hay que respetar su sentimiento totalmente legítimo de desilusión, una emoción ajustada al hecho y la realidad de que algo que deseamos no se cumple. Les podemos mostrar cómo sentimos que eso que desean no se cumpla, pero que no podemos hacer nada al respecto, salvo buscar ideas alternativas para que se sientan mejor al respecto (ojo, no sobornar). Así, además de empatizar con ellos, fomentamos el pensamiento lateral de búsqueda de alternativas. Cuando estemos en situaciones parecidas ellos también podrán entender que determinadas cosas nos frustren.
Una comunicación clara tiene muchas ventajas
- No creamos falsas expectativas.
- Evitamos conflictos innecesarios.
- Ganamos en confianza y credibilidad para futuras ocasiones más importantes, pues sabrán que si no cumples algo de verdad será por no poder, no por no querer.
- Generamos una relación empática y comprensiva por ambas partes.
- Les damos ejemplo y enseñamos a ser personas "de palabra" sin comprometerse a la ligera con cosas que no saben si podrán cumplir.
Cómo buscar y elegir el mejor colegio para tu hijo
lunes, 31 de marzo de 2014
Cómo buscar el mejor colegio para tu hijo es el gran quebradero de cabeza cuando los niños tienen entre dos y tres años. Se agolpan las dudas de estar eligiendo lo mejor y una vez tomada la decisión cruzar los dedos para que entre en el colegio deseado
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8 criterios a tener en cuenta para buscar colegio
martes, 25 de marzo de 2014
En la ardua tarea de cómo buscar el mejor colegio para tu hijo, conviene tener en cuenta distintos aspectos a valorar. La lista puede aumentar o incluso disminuir, según las necesidades, criterios y circunstancias de cada familia, pero en este artículo nos centramos en ocho variables.
Miércoles Mudo: Trabajo colaborativo y creativo de niños
miércoles, 5 de marzo de 2014
Trabajo colaborativo y creativo de niños
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“Miércoles Mudo” es un carnaval de blogs o blog hop iniciado por Maybelline de Naturalmente Mamá y participar es muy fácil, solo debes publicar los miércoles una foto(s) sin escribir nada para explicarla(s) (de ahí viene lo mudo). Luego no olvides enlazar en el linky que está debajo y dejar un comentario en cada uno de los blogs que decidas visitar. Para conocer cómo nació el Miércoles mudo y sus reglas, puedes hacer click aquí.
Cómo enseñar a compartir por decisión y no por obligación
sábado, 16 de noviembre de 2013
Cómo enseñar a compartir |
Hace unos días tuvimos una reunión con la profesora de Bruno. Nos dijo que un día le "sugirió" a Bruno que fuera generoso con la manida expresión "hay que compartir" y la respuesta de mi vástago fue "no quiero compartir". A juicio de la profesora le pareció una expresión con una carga muy negativa. Supongo que semejante afirmación podría haberme alarmado si no fuera por mis propias ideas con respecto a cómo enseñar a mis hijos a compartir. Y es que sin haber comprobado las ventajas que te puede aportar el compartir, a priori lo lógico es que no renuncies al juguete con el que te lo estás pasando tan bien y mucho menos sólo porque alguien te diga que tienes que hacerlo. A compartir también se aprende pero no por obligación.
Si quieres saber cómo puedes enseñar a tu hijo a compartir no te pierdas el artículo que he escrito para el blog de 5mimitos. Sobre todo no le obligues a compartir porque puedes conseguir el efecto contrario. Además todo aprendizaje necesita su tiempo, así que un niño de tres años no va a empezar de forma repentina a prestar todos sus juguetes, sino que será algo que vaya surgiendo de forma paulatina según las experiencias positivas que vaya teniendo al compartir. Nosotros nos debemos preocupar de reforzar esos comportamientos cuando surjan de forma espontánea y por propia decisión.
Y vosotros ¿obligáis a vuestros hijos a compartir?
Cómo hablar de la muerte con niños
martes, 29 de octubre de 2013
Cuando estamos en el preciso instante en el que aún viven nuestros padres y ya han nacido nuestros hijos, nos parece que eso va a ser así siempre, es el momento ideal. ¡Ojalá pudiéramos detener el tiempo en ese momento en el que los tenemos a todos! pero la vida sigue. Este verano mis hijos han perdido a uno de sus abuelos y ya hemos abierto el ciclo, el ciclo natural de la vida. Esperemos que aunque ha sido antes de lo deseable, tardemos mucho en cerrarlo. Este post me está costando mucho escribirlo y, sin embargo, a la vez siento que necesito hacerlo como parte de ese proceso de aceptación.
Aceptar que somos mortales
El pasar por una pérdida familiar te hace replantearte el aprovechamiento del tiempo. En el blog Xanela Chic, leí esta reflexión: "no saber el momento en el que vamos a morir nos hace vivir como si fuésemos inmortales". Desde luego que no es así, por lo que más nos vale vivir como mortales conscientes y aprovechar nuestro tiempo al máximo.
La muerte es un tema tabú, al menos en nuestra cultura. No nos gusta hablar de ello, en buena parte porque desde que somos pequeños es un tema que se evita hablar con nosotros y al final incorporamos esa actitud con respecto a ese tema. Paradójicamente, creo que el hablar del ciclo de la vida con naturalidad y aceptarlo nos puede ayudar a vivir mejor aparte de conseguir una madurez con respecto a la nueva dimensión que tenemos de la vida y la muerte.
Halloween, Día de Muertos o de Difuntos son los momentos permitidos para hablar de la muerte
La muerte es una realidad ineludible pues afecta no al 100% de las personas, sino al 100% de los seres vivos y sin embargo sigue siendo un tema tabú del que parece que no podemos hablar. Yo he aprendido que no es más que otra parte de la vida y que está bien el intentar asumirla como algo natural. Eso me ayuda a vivir mejor y, quiero pensar que también estaré más preparada cuando a mí misma me toque afrontar ese momento. Así pues a la pregunta ¿Por qué no hablamos de la muerte a los niños? la contestación sería más bien otra pregunta: ¿Por qué no hablamos de la muerte?
Nos parece que la muerte es sórdida, macabra y detestable y por eso no hablamos de ella en ningún caso, pues es de mal gusto. Los únicos momentos que parece lícito hablar de la muerte son algunas celebraciones como Halloween (1), festividad tradicional americana que trata la muerte como algo lúdico pero al mismo tiempo asociada al miedo y el terror. En México tienen su Día de Muertos y en España y otros lugares el Día de Todos los Santos y el Día de Difuntos. Parece ser que el momento de celebración de estas festividades no es casual, sino que está ligado a la "muerte de la Naturaleza", cuarenta días después del equinoccio de otoño (22 de septiembre).
(1) Apunte de Paparracho sobre Halloween: es una fiesta celta con más de 3000 años de antigüedad. El nombre original es Samhain (gaélico de "fin del verano") y lo llevaron los irlandeses a EEUU con la emigración de principios del siglo XX. En las zonas rurales de Asturias y sobre todo de Galicia (donde se conoce como Samaín), se celebra desde tiempo inmemorial.
Es importante no afrontar la muerte en soledad
Cuando falleció el abuelo de mis hijos, Carmen estaba con sus yayos pasando unas vacaciones en el pueblo. Eso fue una suerte porque fueron unos días estresantes y no sé qué tal hubiéramos podido manejar la situación si hubiera estado aquí, entonces no estábamos preparados, ahora ya sí.
Por su parte, Bruno estaba con nosotros y aunque él no entendía ni entiende de estas cosas, estoy segura de que pudo notar la tensión. Pasó tiempo con amigos que muy amablemente se ocuparon de él esos días.
Una parte muy importante es que las personas que tienes a tu alrededor se impliquen y te acompañen esos días en lo que puedas necesitar. Y a veces, aunque no necesites nada de ellos y ni siquera lo pidas, solamente que estén ahí contigo y no te sientas solo es muy importante. Que nosotros estemos lo mejor posible en esos momentos hará que podamos atender mejor a nuestros hijos.
Cómo decirle a un niño que un ser querido ha muerto
Por suerte para mí, como Carmen no estaba con nosotros, y a ella sí que había que darle una muy buena explicación, tuve tiempo para preparar cómo íbamos a decírselo. Dimos con una muy buena guía sobre el duelo infantil, de descarga gratuita, elaborada por la Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC), una asociación sin ánimo de lucro que, entre otras cosas, cuenta con un servicio gratuito de ayuda al duelo de adultos, niños y adolescentes.
Estuve leyendo esta guía y es totalmente recomendable. Me ayudó mucho y no sólo para enfocarlo para mi hija, sino que aprendí cosas que me sirvieron para mí misma. Es por eso que recomiendo totalmente su lectura a modo de reflexión y aunque no haya fallecido ningún familiar ni persona cercana. Es un relato breve, está todo muy bien explicado y se lee muy rápido.
Muchas veces y de forma espontánea los niños nos preguntan con total inocencia y normalidad sobre la muerte y nosotros incomodados por el tema de conversación lo eludimos. Al final dejan de preguntar porque notan que no nos gusta hablar de ello. Esta guía puede ser una ayuda para tener esos momentos de conversación con tranquilidad y normalidad.
Navegando por internet he encontrado este artículo recopilatorio de cuentos infantiles que explican la muerte y que supongo también pueden ser de utilidad para tratar el tema.
Una anécdota muy bonita y a la vez graciosa para mí fue el punto de vista tan distinto que tenía un primo de Carmen y mi hija. Hay que valorar que en edades tempranas aún está muy presente la fantasía de los niños en todos los aspectos de su vida. Si aún están en esa fase en la que la magia aún forma parte de su día a día, algo particular de cada niño, eso influirá en cómo perciba el hecho de la muerte. Así pues, el primo de Carmen de nueve años, cuando llegó al tanatorio y estuvo también viendo el cementerio, decía que él quería que lo enterraran para así luego... ¡hacerse zombie!
Sin embargo, mi hija Carmen con siete años tiene una visión totalmente realista y pragmática del momento de la muerte. En días de vacaciones que coincidimos con su yaya, Carmen le sacaba el tema porque quería hablar de lo que ella pensaba y había reflexionado. Me sorprendió la naturalidad con que se planteaba lo que querría para ella, cuestiones que yo no me he atrevido a preguntarme a mí misma. Le decía a su yaya que ella cuando se muriera querría que la incineraran para que así la familia se pueda quedar con las cenizas y tengan algo de la persona querida. Ojalá conserve esa naturalidad libre de prejuicios para pensar sobre las cosas. Yo por mi parte intentaré que así sea.
Si tu hijo te pregunta sobre este tema o te animas a hablar de la muerte con él cuando surja, quizás te interese mi otro artículo Ocho claves para hablar de la muerte con niños.
Y tú ¿hablas de la muerte con tu hijo? ¿Te ha preguntado alguna vez?
Aceptar que somos mortales
El pasar por una pérdida familiar te hace replantearte el aprovechamiento del tiempo. En el blog Xanela Chic, leí esta reflexión: "no saber el momento en el que vamos a morir nos hace vivir como si fuésemos inmortales". Desde luego que no es así, por lo que más nos vale vivir como mortales conscientes y aprovechar nuestro tiempo al máximo.
La muerte es un tema tabú, al menos en nuestra cultura. No nos gusta hablar de ello, en buena parte porque desde que somos pequeños es un tema que se evita hablar con nosotros y al final incorporamos esa actitud con respecto a ese tema. Paradójicamente, creo que el hablar del ciclo de la vida con naturalidad y aceptarlo nos puede ayudar a vivir mejor aparte de conseguir una madurez con respecto a la nueva dimensión que tenemos de la vida y la muerte.
Halloween, Día de Muertos o de Difuntos son los momentos permitidos para hablar de la muerte
La muerte es una realidad ineludible pues afecta no al 100% de las personas, sino al 100% de los seres vivos y sin embargo sigue siendo un tema tabú del que parece que no podemos hablar. Yo he aprendido que no es más que otra parte de la vida y que está bien el intentar asumirla como algo natural. Eso me ayuda a vivir mejor y, quiero pensar que también estaré más preparada cuando a mí misma me toque afrontar ese momento. Así pues a la pregunta ¿Por qué no hablamos de la muerte a los niños? la contestación sería más bien otra pregunta: ¿Por qué no hablamos de la muerte?
En una fiesta de Halloween |
(1) Apunte de Paparracho sobre Halloween: es una fiesta celta con más de 3000 años de antigüedad. El nombre original es Samhain (gaélico de "fin del verano") y lo llevaron los irlandeses a EEUU con la emigración de principios del siglo XX. En las zonas rurales de Asturias y sobre todo de Galicia (donde se conoce como Samaín), se celebra desde tiempo inmemorial.
Es importante no afrontar la muerte en soledad
Cuando falleció el abuelo de mis hijos, Carmen estaba con sus yayos pasando unas vacaciones en el pueblo. Eso fue una suerte porque fueron unos días estresantes y no sé qué tal hubiéramos podido manejar la situación si hubiera estado aquí, entonces no estábamos preparados, ahora ya sí.
Por su parte, Bruno estaba con nosotros y aunque él no entendía ni entiende de estas cosas, estoy segura de que pudo notar la tensión. Pasó tiempo con amigos que muy amablemente se ocuparon de él esos días.
Una parte muy importante es que las personas que tienes a tu alrededor se impliquen y te acompañen esos días en lo que puedas necesitar. Y a veces, aunque no necesites nada de ellos y ni siquera lo pidas, solamente que estén ahí contigo y no te sientas solo es muy importante. Que nosotros estemos lo mejor posible en esos momentos hará que podamos atender mejor a nuestros hijos.
Cómo decirle a un niño que un ser querido ha muerto
Por suerte para mí, como Carmen no estaba con nosotros, y a ella sí que había que darle una muy buena explicación, tuve tiempo para preparar cómo íbamos a decírselo. Dimos con una muy buena guía sobre el duelo infantil, de descarga gratuita, elaborada por la Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC), una asociación sin ánimo de lucro que, entre otras cosas, cuenta con un servicio gratuito de ayuda al duelo de adultos, niños y adolescentes.
Estuve leyendo esta guía y es totalmente recomendable. Me ayudó mucho y no sólo para enfocarlo para mi hija, sino que aprendí cosas que me sirvieron para mí misma. Es por eso que recomiendo totalmente su lectura a modo de reflexión y aunque no haya fallecido ningún familiar ni persona cercana. Es un relato breve, está todo muy bien explicado y se lee muy rápido.
Muchas veces y de forma espontánea los niños nos preguntan con total inocencia y normalidad sobre la muerte y nosotros incomodados por el tema de conversación lo eludimos. Al final dejan de preguntar porque notan que no nos gusta hablar de ello. Esta guía puede ser una ayuda para tener esos momentos de conversación con tranquilidad y normalidad.
Navegando por internet he encontrado este artículo recopilatorio de cuentos infantiles que explican la muerte y que supongo también pueden ser de utilidad para tratar el tema.
Una anécdota muy bonita y a la vez graciosa para mí fue el punto de vista tan distinto que tenía un primo de Carmen y mi hija. Hay que valorar que en edades tempranas aún está muy presente la fantasía de los niños en todos los aspectos de su vida. Si aún están en esa fase en la que la magia aún forma parte de su día a día, algo particular de cada niño, eso influirá en cómo perciba el hecho de la muerte. Así pues, el primo de Carmen de nueve años, cuando llegó al tanatorio y estuvo también viendo el cementerio, decía que él quería que lo enterraran para así luego... ¡hacerse zombie!
Sin embargo, mi hija Carmen con siete años tiene una visión totalmente realista y pragmática del momento de la muerte. En días de vacaciones que coincidimos con su yaya, Carmen le sacaba el tema porque quería hablar de lo que ella pensaba y había reflexionado. Me sorprendió la naturalidad con que se planteaba lo que querría para ella, cuestiones que yo no me he atrevido a preguntarme a mí misma. Le decía a su yaya que ella cuando se muriera querría que la incineraran para que así la familia se pueda quedar con las cenizas y tengan algo de la persona querida. Ojalá conserve esa naturalidad libre de prejuicios para pensar sobre las cosas. Yo por mi parte intentaré que así sea.
Si tu hijo te pregunta sobre este tema o te animas a hablar de la muerte con él cuando surja, quizás te interese mi otro artículo Ocho claves para hablar de la muerte con niños.
Y tú ¿hablas de la muerte con tu hijo? ¿Te ha preguntado alguna vez?
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